25 Aniversario Expo 92
23/06/20170 Comentarios
Este 20 de Abril comenzó el XXV Aniversario de la Exposición Universal de Sevilla y por ello los actos conmemorativos de tal celebración. En Sevilla, la Expo (como coloquialmente se conoce en nuestra ciudad) fue una verdadera revolución tanto tecnológico como cultural en aquel año 1.992. Este fué el video promocional de la Exposición
Se podía encontrar desde lo último de lo último en tecnología a conocer personas de todas las nacionalidades o culturas que algunos ni sabíamos que existían.
A día de hoy con las tecnologías es muy fácil acceder a esa información, pero en aquel 1992, era una revolución ver una fotocopia a color y llevartela a casa, cine 3D o conocer culturas exóticas tales como los maoris y sus danzas.
Danza Maori en el Pabellón de Nueva Zelanda
Así que desde Hotel Murillo también queremos poner nuestro granito de arena recordando la Expo 92 animándote a que visites alguna de las actividades programadas por el 25 Aniversario o pabellones que a día de hoy siguen en funcionamiento en el recinto de la Exposición Universal y que con motivo del 25 Aniversario puedes visitar.
Lo recomendable es que comiences por el acto central de este Aniversario, la Exposición permanente que habrá hasta el 12 de Octubre en el Pabellón de la Navegación.
Dividido en dos, harás un primer recorrido del cambio que sufrió Sevilla y Andalucía en infraestructuras debido a EXPO´92. En la segunda parte, una recorrido por los seis meses que duró la Exposición Universal, junto a imágenes, melodías o videos que transportan al visitante al ambiente que vivimos durante esos meses. Precio 3€
De allí te recomendamos que pases y conozcas el Monasterio de la Cartuja, que se convirtió en el edificio emblema durante la Expo y donde se recibían a todas las grandes personalidades que por allí pasaron.
Y para finalizar date un paseo por distintos pabellones que aún quedan en condiciones similares a como estaban en la Exposición del 92:
Pabellón de Marruecos, Calle Charles Darwin
Fotografía de Fernando Ruso.
Uno de los pabellones que se construyó como permanente. Situado en el Camino de los Descubrimientos, fue un empeño personal del rey Hassan II. Su coste se elevó a seis millones de dólares y para su culminación se necesitó la presencia de 600 artesanos. Nada más terminar la Expo se lo regaló al Estado que lo cedió para la creación de la Fundación de las Tres Culturas del Mediterráneo, uno de los pabellones mejor conservado y con más uso ciudadano.
Pabellón de Italia, Calle Isaac Newton
Fotografía de Fernando Ruso.
El pabellón de país con más superficie construida tras el de España y uno de los que mejor ha sobrellevado el paso del tiempo. Tenía un cine circular que imitaba un globo terráqueo con capacidad para atraer los sentidos. También contaba con un satélite que recorría el pabellón de punta a punta. En el hall del pabellón se encuentra una maqueta de toda la isla de la Cartuja. La reproducción se actualiza periódicamente y en ella ya figura la Torre Sevilla, el Parque del Alamillo, el estadio de la Cartuja.
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Pabellón de Hungría, Calle Marie Curie, 5.
Una de las joyas de la Expo. Diseñada por el prestigioso arquitecto Imre Makovecz, se asienta sobre una parcela de 1.639 metros cuadrados. En la puerta del pabellón figura una máscara que recordaba la enemistad con los cristianos ( el Pabellón de la Santa Sede se situaba frente al de Hungría) El espacio consta de siete torres que simbolizan las siete religiones del país.
Pabellón de Finlandia, Calle Marie Curie, 3
Situado junto al pabellón de Hungría, acoge la sede de Fidas (Fundación para la Innovación y Difusión de la Arquitectura). Imita a la Garganta del Infierno, un accidente geográfico finlandés. Consta de dos partes, una de ellas está construida en madera y representa la parte tradicional del país. La otra es metálica y simbolizaría el progreso industrial a la par que se hermana con la naturaleza.
Conserva un árbol de la vida, un sauce de pantano, disecado, traído directamente de Finlandia con raíces que se puede ver a través de un suelo de cristal.
Pabellón de Francia, Camino de los Descubrimientos Edificio El Cubo.
La Francia intentó simbolizar el poderío y la vanguardia francesa en la Expo de Sevilla a través de un cubo en profundidad que creaba un efecto caleidoscópico en el edificio, “un cielo de cristal de unos 15 metros, sostenido por cuatro delgadas columnas de fibra de carbono. Ese cielo cubre un pedestal bajo el cual, a 20 metros de profundidad, se encuentra el pabellón en sí”. Hoy es un vivero de empresas controlado por la Fundación Telefónica.
Pabellón de México, Calle Tomás Alba Edison, 6.
Tiene un cactus centenario que se trajo de Mexicali, capital del estado de Baja California, como regalo de México a España. El pabellón está muy cambiado. Antes tenía una estructura metálica con sacos de tierra donde estaban plantadas flores de la que salía un puente que venía a significar la unión entre España y América. Junto a México se encuentran los pabellones de Corea del Sur, Puerto Rico.
Pabellón de Nueva Zelanda, Calle Leonardo da Vinci, 21
Es otro pabellón efímero. Tiene la recreación del capitán Cook cuando llegó a las costas de Nueva Zelanda y cuenta con un escenario que está con unas claraboyas para dar luz al interior del espacio.
Esperamos que te haya gustado el recorrido que hemos pensado si quieres recordar o conocer lo que nos dejó la Expo92´.